Cómo observar tus emociones sin ser consumido por ellas

Cómo observar tus emociones sin dejarte consumir por ellas

Leah Floresdirectrices de comercio

Todos hemos tenido esas ocasiones en las que nuestro cuerpo está haciendo lo suyo, adaptándose a hormonas, husos horarios, climas, y notamos un cambio fisiológico y luego creamos una nueva historia basada en esos sentimientos.

Por ejemplo, tal vez estás en tu período y la hinchazón más una película triste que viste anoche te hace pensar en cómo morirás sola, y de repente te sientes sola y resentida (¡he estado ahí!). Nuestras narrativas son poderosas, y no siempre reflejan la realidad.

Por eso es importante tener la habilidad de observar, así como la capacidad de separar los hechos de las proyecciones, suposiciones e interpretaciones. Esto no solo ayudará nuestras relaciones con los demás, sino también, ¡díganlo conmigo ahora! con nosotros mismos.

Observar nuestras emociones es el primer paso para entenderlas

En lugar de evaluar nuestras emociones (es decir, etiquetarlas como “buenas” o “malas”, “positivas” o “negativas”), empecemos a verlas como mensajeros de nuestro mundo interior. Veámoslas como nuestra experiencia vivida y la esencia que surge al encontrarnos con el mundo que nos rodea. En lugar de preguntar “¿Debería sentirme así?”, empecemos a preguntarnos:

  • ¿Qué creencias sobre las emociones me impiden aceptarlas?
  • ¿Qué intenta decirme esta emoción acerca de mí misma?
  • ¿Qué intenta decirme este sentimiento sobre la forma en que interactúo con los demás?
  • ¿Cómo he cambiado como resultado de este sentimiento?
  • ¿Qué valor está comunicando esta emoción?
  • ¿Qué narrativa estoy aferrando? ¿Por qué?
  • ¿Estoy sintiendo más de una emoción?

Nuestras emociones nos brindan una visión de nuestras experiencias y de nosotros mismos. Al sentirlas en su totalidad, no nos convertimos en prisioneros de nuestras emociones, sino que aprendemos de ellas. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que no es necesario sentarse y sentir todo todo el tiempo. Esa sería una expectativa irrazonable. No se trata de dejarse consumir por las emociones, sino de ser conscientes de ellas. Se trata de conectar con nosotros mismos a través de ellas.

¿Cómo reconocemos las emociones sin dejarnos consumir por ellas?

Naturalmente, observar nuestras emociones a veces puede ser abrumador. Aquí hay un truco que les enseño a mis clientes: cuando sientas una emoción especialmente intensa, intenta identificar una o dos emociones adicionales que también estén presentes, cuanto más, mejor.

Aunque pueda parecer contradictorio intentar sentir más cuando estás abrumado, identificar múltiples emociones puede diluir el poder de la emoción dominante. También ofrecerá una representación más realista de lo que estás sintiendo. Puedes sentirte abrumado, pero también triste, decepcionado y enojado. Puedes sentirte frustrado, aislado o simplemente hambriento (¡como a menudo me sucede!). Al intentar satisfacer nuestras necesidades, es más probable que lo hagamos bien cuando podemos identificar específicamente cuáles son esas necesidades.

En esta práctica, a menudo encontraremos que experimentamos emociones contradictorias. Pero si sentimos una emoción intensa, la mayoría de nosotros no nos permitiremos sentir algo más aparentemente contradictorio. Luchamos por sostener ambos. Una combinación común, por ejemplo, es la tristeza y el alivio, sin embargo, a menudo ignoramos el alivio porque no sabemos cómo dar sentido a estos dos sentimientos juntos. Entonces nos comprometemos en exceso con la tristeza.

Podemos sentirnos felices y asustados, y a menudo elegiremos enfocarnos en uno como autopreservación (aquel que nos hace sentir más incómodos y representa una mayor amenaza). Pero somos seres humanos complejos que podemos sostener una amplia gama de emociones contradictorias, cada una de las cuales comunica algo diferente o representa un valor único. Hasta que aprendamos a contenerlo todo, solo veremos un lado de nosotros mismos.

¿Cómo reconocemos que los sentimientos no son hechos?

Recuerda esto: cómo nos sentimos representa nuestra realidad subjetiva, y no siempre los hechos. Solo porque te sientas rechazado no significa que alguien te esté rechazando. Solo porque te sientas inseguro no significa que no tengas la habilidad para hacer algo. Solo porque estés triste, no significa que haya una pérdida objetiva.

Esto no invalida tus sentimientos, pero sí impone una limitación en ellos. Representan tu realidad, tus desencadenantes, tus heridas, tus niveles hormonales o de fatiga, y mucho más. Esto no significa que debamos ignorar los sentimientos; simplemente significa que están limitados para presentar la imagen completa o precisa en todo momento. Más precisamente, los sentimientos representan cómo experimentamos la imagen.

Extraído de It’s On Me: Acepta verdades duras, descubre tu ser y cambia tu vida de Sara Kuburic, con permiso del editor.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *